En ocasiones creemos que cubrimos todas las necesidades de nuestros hijos, pero se nos puede olvidar que no es menos importante las revisiones al dentista, hay que ser responsable y llevar a vuestros hijos al dentista para que reciba los chequeos dentales periódicamente. Estas visitas rutinarias ayudan a mantener sus boquitas sanas y libres de problemas, por eso es importante que sepáis cada cuando debéis acudir a la clínica dental.
Prácticamente no hay una edad ni periodo concreto para llevar a vuestros hijos al dentista, la primera visita a la clínica dental puede llevarse a cabo en el momento del primer aniversario o cuando erupcionan el primer diente. Y es que desde el momento en que los dientes de leche aparecen, existe riesgo de sufrir caries dental. A partir de ese momento, la dentición de los pequeños se convierte en una auténtica montaña rusa hasta los 13 años: dientes de leche que erupcionan, dientes de leche que se caen y dientes permanentes que los sustituyen. Todos estos cambios pueden comportar situaciones que comprometan el correcto desarrollo de la dentición, por eso es importante contar con la supervisión de un especialista en odontopediatría.
LA FRECUENCIA
Dos veces al año. Puede que algunos niños requieran alguna visita más en caso que sufran caries dental o que no sigan unos buenos hábitos de higiene oral. Los dentistas adaptan las visitas a sus necesidades y aprovechan su contacto directo con los pequeños para enseñarles unos buenos hábitos orales.
Además, llevar a tu hijo al dentista cuando es pequeño permita que se sienta cómodo como puede ser nuestra clínica. Esto significa que tiene menos posibilidades de sufrir el miedo propio de lo desconocido que padecen otros niños.
En resumen, llevar a tu hijo al dentista no solo le permite asegurar un buen desarrollo dental y mantener una boca sana, sino que le ayudará a coger unos buenos hábitos que le acompañarán durante toda la vida y evitará que sufra miedo al dentista.