urgencias

En muchos de nuestros post os aconsejamos cuando debemos de acudir a vuestra clínica dental, cuando es urgente y en qué momento se puede esperar.

Por eso tenemos que diferenciar lo que es una urgencia de lo que no lo es. Vamos a resumir en qué casos no hay que esperar.

Si en algún momento debes enfrentarte a cualquiera de estos supuestos, no dejes que pase el tiempo y acude a una consulta urgente con tu dentista.

  1. Fractura o pérdida del diente: desde pequeñas fracturas que no impliquen rotura dental hasta impactos fuertes y dolorosos que afecten a la pieza más allá del esmalte, este tipo de accidentes deben ser puestos en manos de un especialista de forma inmediata.
  2. Dolor intenso, pus e inflamación: son los dos principales síntomas del desarrollo de un proceso infeccioso en la boca. Este tipo de patologías suelen requerir del empleo de antibióticos, un tratamiento que solo puede ser prescrito por el dentista una vez que identifique la causa de la afección. Las infecciones agudas en la boca son la causa más común de septicemia.
  3. Hemorragia: no nos referimos al sangrado después del cepillado, que también es un motivo para hacerse una revisión en la boca, aunque esta pueda esperar algo más de tiempo. El sangrado se convierte en una urgencia odontológica cuando la hemorragia no se detiene de manera espontánea. Es posible que exista una herida importante o problemas de coagulación como consecuencia de algún tratamiento farmacológico.

Visita nuestros próximo post, en el té contamos cuales de ellas son las más frecuentes