La sensibilidad dental o hipersensibilidad de la dentina se define como un dolor corto y agudo que surge en respuesta a estímulos térmicos, táctiles, osmóticos o químicos, y no puede atribuirse a ningún otro defecto o patología.
Por lo tanto, si se experimenta este dolor en un diente o dientes al ingerir comidas o bebidas calientes, frías, dulces o muy ácidas, al respirar aire frío, o en ausencia de otros factores causales, es que se padece hipersensibilidad en los dientes.
La principal causa de la hipersensibilidad dental es la dentina expuesta, que se da cuando existe recesión de encías o enfermedad periodontal. Una técnica de cepillado de dientes con excesiva presión o el uso de una pasta de dientes muy abrasiva también pueden provocar el desgaste de la superficie del esmalte, y dejar la capa de dentina expuesta.
Muchas personas creen que no existe ninguna solución, pero para tratar adecuadamente la sensibilidad dental, lo primero es acudir a tu odontólogo, quien te diagnosticará la causa y te recomendará el mejor tratamiento.
Desde Rubio & Dovado puede que te recomendemos usar en casa pasta de dientes de baja abrasión o desensibilizantes. Estos dentífricos suelen contener nitrato potásico, que ayuda a eliminar la sensación de dolor, y flúor, que ayuda a remineralizar el esmalte y prevenir la caries.
También una de las soluciones puede ser los enjuagues bucales o los geles con flúor también son una buena opción para usar en casa.
En la clínica, también podemos realizarte una serie de tratamientos para mitigar esa hipersensibilidad, como son los barnices de flúor o las resinas compuestas, rellenos que sirven para restaurar el diente si se ha perdido mucha superficie o tratarla con láser.