La cara superior de molares y premolares presenta una superficie irregular. Sin unas pautas de higiene adecuadas, esos recovecos pueden convertirse en un lugar perfecto para que se instalen las bacterias causantes de la aparición de caries. Los selladores dentales funcionan como una ayuda extra para la prevención de este tipo de problemas.
¿Para qué se emplean los sellantes dentales?
Si pasas la lengua por la superficie oclusal de tus molares y premolares percibes ciertas protuberancias que dibujan una superficie irregular. Esa silueta se caracteriza por la presencia de un pequeño hueco y diminutos canales que descienden hacia su interior y que convierten las piezas dentales traseras en las más vulnerables frente a la aparición de caries.
Esos surcos en la superficie de los dientes no siempre resultan fáciles de limpiar. Incluso manteniendo unas buenas rutinas de higiene, existe cierto riesgo de que se quede acumulada la comida y las bacterias empiecen a invadir piezas dentales, mientras se generan problemas de salud oral.
Los selladores dentales son un recubrimiento de resina que protege la superficie dental y actúan como barrera de protección inmediata. Están fabricados a base de resinas plásticas o ionómero de vidrio de gran resistencia que se endurecen tras su aplicación sobre el diente para taponar cualquier hueco o fisura.
Es una protección adicional en la superficie de masticación y ahorra tiempo y dinero en eventuales tratamientos como el empaste.
Los sellantes dentales previenen la acumulación de comida en los dientes jóvenes y la proliferación de bacterias dañinas en sus surcos y cavidades. Es una forma eficaz de prevenir el desarrollo de caries y el deterioro de las piezas dentales.
A pesar de su efectividad demostrada en la salud oral de la infancia, en ningún caso puede sustituir las rutinas de higiene diaria y la visita periódica a la consulta del dentista.
En próximos post podemos ver como es la colocación de estos selladores, recuerda todo lo que necesites saber y en Noticias Rubio & Dovado