Algo que no pasa de moda son los piercings orales, ya sea en los labios, lengua, frenillo y mejillas, y si, puede tener consecuencias negativas para la salud dental.
Las complicaciones pueden llegar desde el mismo momento que se pone hasta pasado un tiempo. Las más habituales son dolor e inflamación. La inflamación puede afectar a los ganglios que están situados bajo la mandíbula inferior y el mentón. En el caso de la colocación en la lengua, este órgano está muy vascularizado y enervado. Así que puede producirse alguna hemorragia o alteraciones del gusto e, incluso, de alguna función motora si afectase a algún nervio.
Otra posible complicación es la alergia que el piercing pueda producir, según el material de que esté hecho el piercing. Con el níquel hay que tener especial cuidado.
Si aún no crees que no es buena idea te damos una lista de todo lo que puede provocar.
· Recesión gingival
Si por ejemplo se colocan en los labios las encías se retraen y queda más superficie del diente al descubierto. Con esto se favorece la pérdida de inserción del diente, con lo que nos encontramos con movilidad del diente y pérdida del mismo a posteriori. Si el portador es fumador, el riesgo a padecer este problema es mayor.
· Malo para el habla
Los piercings que se colocan en la lengua, alteran la pronunciación de las palabras que contienen las letras L, S, T y R. ¿Curioso verdad?
· Malo para el gusto
Halitosis
El olor desagradable en el aliento se puede deber a la acumulación de placa bacteriana a nivel del piercing, sumada a una mala higiene.
Infecciones
El piercing puede causar una herida. Si a eso se le añaden las bacterias que habitan en la boca, y la introducción de nuevas bacterias a causa del piercing, se produce un aumento de las infecciones en la boca.
Endocarditis
Debido a la colocación del piercing, existe la posibilidad de que las bacterias pasen al torrente sanguíneo. Esto puede desencadenar una endocarditis (inflamación del corazón y sus válvulas).
· Dermatitis
Una reacción alérgica al metal del piercing.
· Tragarse el piercing
Puede llevar a provocar lesiones a nivel del sistema digestivo o respiratorio e, incluso, la asfixia.
· Maloclusiones dentales
El hecho de introducir un piercing en la boca, provoca una alteración de las fuerzas que ejerce la lengua. Como consecuencia, se altera la posición de los dientes y la mordida se ve modificada.
· Transmisión de enfermedades como hepatitis B y C, y herpes
· Traumatismos dentales
Estos traumatismos provocan desgaste por el roce con el diente, pudiendo llegar a fracturar alguna pieza.
Pensad antes de dar el paso de haceros un piercings. En nuestras redes sociales puedes vichar nuestro post y compartir para concienciar sobre los riesgos que este tipo de piercings pueden provocar.