En anteriores post hemos hablado de que es el irrigador dental, pero ¿sabéis como utilizarlo?

Este limpiador de dientes a presión debe utilizarse tras el cepillado diario, siempre que haya un intervalo de al menos 2 horas entre cada uso.

Para que no provoque daños en las encías, es conveniente que no se emplee el irrigador por un tiempo superior a 5 minutos.

Si no habéis visto ninguno, os vamos a enseñar unas fotos. Tenemos que decir que ha evolucionado mucho desde que se inició su regulado en casa, el irrigador dental está compuesto por 3 partes:

  • Depósito de agua
  • Bomba
  • Cánula o boquilla para aplicar el agua presión en la zona deseada

Lo primero que tendrás que hacer es rellenar el deposito con agua del grifo.

Antes de aplicarlo, hay que regular la presión del agua apuntando siempre hacia el lavabo.

Para usar correctamente el limpiador bucal a presión, coloca la cánula en dirección a la línea de la encía e inclínalo aproximadamente 90 grados.

Nuestra recomendación: Empieza desde los últimos molares e ir avanzando a lo largo de la línea de la encía, haciendo hincapié́ en la zona interdental -entre diente y diente.

Estos son los pasos que debes seguir para optimizar la limpieza de tus dientes:

  • Cepilla tus dientes con un cepillo dental de cerdas suaves, dedicando el tiempo suficiente a ello.
  • Utiliza la seda dentaly los cepillos interproximales para eliminar restos de bacterias interdentales y en las encías.
  • Ajusta la presióndel irrigador dental, sin excesos, con el fin de evitar dañar tu esmalte.
  • Pasa el chorro de agua a presión por toda tu sonrisa, con cuidado para que el resultado sea perfecto.
  • Utiliza un enjuague bucal, que te aporte frescor y protección a los dientes.

No sabemos si estáis convencidos, pero es el mejor complemento para una limpieza profunda, os aconsejamos que adquiráis uno y que consultéis con vuestra clínica de confianza para cualquier duda sobre su uso.