Algunas de las patologías que afectan a la salud oral son irreversibles, una de ellas es la retracción de las encías. El tejido gingival que se ha perdido no se vuelve a recuperar de manera natural. Tan importantes son las pautas para la prevención de las encías retraídas como la puesta en marcha de los tratamientos más apropiados para evitar que la situación empeore.
¿Cómo puedes saber si sufres pérdida de encías?
A lo largo de la vida, la dentadura va experimentando cambios en cuanto a su morfología y composición. A edades avanzadas es más habitual encontrar bocas en las que se ha producido una pérdida de encía, pero no por ello hay que pensar que se trata de una patología exclusiva de la vejez y relacionada con el deterioro natural de los dientes.
La retracción gingival no es un signo de envejecimiento. Es un proceso progresivo que puede comenzar a cualquier edad como consecuencia de unos malos hábitos de higiene, la técnica de cepillado inadecuada, el tabaquismo, la malposición de los dientes, el bruxismo o las enfermedades periodontales.
Aunque la retracción gingival se puede apreciar a simple vista, es importante someterse a revisiones periódicas en el dentista para diagnosticarla a tiempo. Solo el odontólogo está capacitado para identificar los síntomas de una posible pérdida de encía e intervenir en el momento adecuado para frenar su avance.
¿Cuáles son los indicadores de que tu tejido gingival se está viendo afectado por ese retroceso? Existen algunos indicios que podrían estar alertando de un problema de retracción de encías. Si has experimentado alguno de estos signos, no dudes en consultarlo con el dentista durante tu próxima visita:
- Hipersensibilidad dental. Al tomar alimentos muy fríos o calientes notas molestias que antes no sentías. Incluso el paso del aire al respirar o la masticación de algunos alimentos de textura dura o pegajosa pueden producir cierta incomodidad.
- Cambios en el aspecto de los dientes. La retracción de la encía hace que el diente se muestre más alargado. En ocasiones, es posible ver una línea en la parte superior del diente que indica el límite hasta el que anteriormente se extendía la porción de encía que ha desaparecido.
- Movimientos inusuales en la dentadura. La encía no solo actúa como barrera de protección frente a posibles amenazas. También es un elemento clave en la fijación de las piezas dentales. La pérdida de tejido gingival puede derivar en la inestabilidad de la dentadura.
La higiene oral rutinaria engloba pautas de cuidado que afectan a los dientes, la lengua y las encías. Piensa en la cavidad bucal como en un conjunto en el que todas las piezas están interconectadas. No basta con tener una dentadura reluciente o perfectamente alineada si las encías están sufriendo las consecuencias de una pérdida de tejido. Aprende a darle a cada elemento el cuidado más apropiado y no pases por alto las revisiones periódicas con tu dentista para garantizar que todo esté bajo control.
La próxima semana os hablaremos de los tratamientos más recomendables para las encías retraídas y como lo abordamos en Rubio & Dovado.