Las gomas de ortodoncia son unos elementos auxiliares empleados en gran parte de los tratamientos.
Aunque se conocen con este nombre genérico, lo cierto es que existen dos tipos, cada uno con un objetivo dentro del procedimiento.
Es común ver a personas que llevan estos elásticos en sus aparatos dentales, pero, ¿para qué sirven las gomas de los brackets y cuál es su función a lo largo del tratamiento?
¿Qué son las gomas para ortodoncia y qué tipos hay?
En este punto, debemos hacer una distinción entre dos tipos diferentes de elásticos de los que podrás oír hablar a lo largo de tu tratamiento.
Gomas para brackets
Por un lado, existen las gomas empleadas para ligar el arco al bracket en el caso de los tratamientos de ortodoncia fija.
Generalmente, se les conoce como ligaduras o bandas de goma y son las responsables de que el arco ejerza la fuerza necesaria para realizar los micromovimientos dentales.
En casos de ortodoncia infantil, y para hacer más atractivo el tratamiento, lo habitual es colocar gomas de colores en los brackets.
De este modo, el niño percibe todo el proceso de una forma más divertida y como un juego.
En el caso de las personas adultas, las gomas en los brackets son más discretas.
Por tanto, las ligaduras son siempre necesarias en cualquier tratamiento con brackets, salvo en los de tipo Damon, que tienen un sistema de autoligado.
¿Para qué sirven las gomas intermaxilares?
Los tratamientos de ortodoncia están encaminados a corregir cualquier problema de maloclusión para conseguir de esta manera una sonrisa estética y, a su vez, funcional.
Los aparatos dentales realizan de forma gradual pequeños movimientos de las piezas de manera horizontal, a lo largo de la línea de la encía.
De esta forma, los dientes se colocan en la posición que deben ocupar dentro de la arcada.
Con el fin de facilitar esta tarea, en algunas ocasiones necesitamos hacer uso de elementos auxiliares para conseguir una oclusión óptima.
Es en estos casos en los que el ortodoncista hace uso de los elásticos intermaxilares, que se enganchan en los brackets.
Así, corrigen problemas de oclusión como la mordida abierta, la cruzada o invertida y un maxilar más adelantado de lo normal, entre otros.
De esta manera, se evitan problemas de fricción de dientes, desgaste y demás complicaciones derivadas de una maloclusión dental (dolores de cabeza, cervicales, etc.)