cigarillo electronico

El uso de los cigarrillos electrónicos ha crecido rápidamente hasta convertirse en un hábito muy extendido. Estos dispositivos son aparatos cilíndricos diseñados, en teoría, para ayudar a dejar de fumar. Los cartuchos de líquido con los que funcionan, contienen, la mayoría de las veces, nicotina y otras sustancias químicas y aromatizantes. Su mecanismo consiste en calentar el líquido y convertirlo en vapor que el usuario aspira.

La ausencia de la combustión propia de los cigarrillos convencionales hace que no se inhalen alquitrán ni monóxido de carbono. Por este motivo, los cigarrillos electrónicos se perciben por los usuarios como una alternativa más sana que el cigarrillo convencional. Sin embargo, los vapores que producen no están formados solo por vapor de agua. Al aspirar se inhalan compuestos producidos por el calentamiento de la glicerina, la nicotina, el propilenglicol los aromas y otras sustancias altamente nocivas para la salud, adictivas y cancerígenas.

Cada vez son más los estudios de la comunidad médica y organismos como la Organización Mundial de la Salud que muestran los efectos negativos de los e-cigarrillos.

Concretamente, la salud bucodental es una de las primeras en verse afectadas por la utilización de estos dispositivos.

Por este motivo, los colegios de odontólogos también han realizado campañas de concienciación sobre los perjuicios que este hábito tiene sobre la salud bucodental afectando a dientes y encías y provocando daños en las vías respiratorias similares a los ocasionados por el consumo de tabaco convencional. De la misma forma que ocurre con el tabaco tradicional, cuando los vapores de los cigarrillos electrónicos someten a las células de la boca a sus compuestos, provocan que éstas liberen proteínas inflamatorias y la muerte de muchas de ellas.

Así, las principales complicaciones de salud dental y encías asociadas al uso de cigarrillos electrónicos son similares a las asociadas al tabaco convencional: halitosis, xerostomía, coloración del esmalte, caries, periodontitis y disminución de las defensas ante las infecciones.

Hay que recordar que la periodontitis es una enfermedad bucal que no solo puede llevarnos a la pérdida de dientes, sino que, además, está relacionada con diversas enfermedades que afectan a otras partes del cuerpo, como enfermedades cardiovasculares o diabetes.

Además, la efectividad de los cigarrillos electrónicos para ayudar a dejar de fumar no ha sido científicamente probada, por lo que no son un método recomendable para este fin. Si se tienen dificultades para dejar de fumar, la solución es buscar consejo profesional en un especialista.

La mejor opción para evitar complicaciones a tiempo es eliminar el uso de estos productos lo antes posible. Dejar los cigarrillos tradicionales ya es un muy buen paso para cuidar tu salud en general y la de tu boca en particular. Acabar totalmente con la adicción es el objetivo a cumplir para empezar a lucir una sonrisa sana y cuidada.