- Los alimentos ácidos. El sabor que degustamos al ingerir un zumo de naranja o el tomate es una amenaza para el esmalte si no lo sabemos contrarrestar adecuadamente. Los ácidos contribuyen a la descalcificación del esmalte dental y provocan su desgaste prematuro. ¿Cómo combatirlo? En primer lugar, consumiendo todo tipo de frutas y verduras, no sólo aquellas que te resulta fácil exprimir. En segundo, combinando en la misma preparación las más agresivas, como el limón, la naranja o el pomelo, con otras que ayuden a rebajar ese nivel de acidez, como la manzana, la pera o la sandía (nada de añadir azúcar al zumo, por favor). En tercero, no consumiendo este tipo de bebidas a diario, mejor tomar la fruta entera, variando unas con otras, porque así no sólo se ingieren las mismas vitaminas, sino que se masajean las encías.
- duras de colores intensos.La remolacha, los arándanos, las cerezas, las moras, las frambuesas… sus vibrantes colores no solo nos llaman la atención en las estanterías del supermercado, también pueden manchar nuestra dentadura. Sus fuertes colores indican la presencia de pigmentos ricos en antioxidantes (lo que es bueno), pero también indican que son capaces de resistir en nuestros dientes más tiempo (lo que no es tan bueno). Después de comerlos, se impone un buen cepillado.
- Los refrescos carbonatados y las bebidas energéticas.Los primeros desmineralizan el esmalte y, además, no aportan nada a la dieta, están completamente vacías de nutrientes, pero, además, suponen un riesgo para el esmalte. Y las bebidas energéticas además de todo lo anterior suelen poseer una cantidad de azúcar desproporcionada y un alto contenido en ácidos lo que no solo apaga tu sonrisa, además incrementa el riesgo de padecer caries.
- Algunas salsas.Salsa de soja, ketchup, vinagre de Módena y demás salsas de colores intensos deben ser consumidos con moderación, porque tras su fuerte coloración se esconden agentes que pueden generar manchas en tu esmalte dental.
- El café y el té.Puede que te resulten imprescindibles para levantarte por las mañanas, pero ambos manchan el esmalte dental. Si no te ves capaz de decirle adiós a tu taza de té diaria, escoge el té verde (sin azúcar), que es el menos nocivo porque posee menos taninos. Los más peligrosos para el color de tu esmalte son el té negro y el rojo. En cuanto al café contiene una alta concentración de cromógenos (unas moléculas intensamente pigmentadas que se adhieren al esmalte dental afectando así a su color) capaz de variar la coloración natural de tu dentadura.
- El vino.Ni tinto ni blanco, ninguno de los dos se libra. El ataque del vino sobre el esmalte es doble: por la acidez que provoca su alta concentración de taninos y por la de los cromógenos. La fuerza combinada de las dos sustancias oscurece cualquier esmalte.
- Y algo que no es comida:el tabaco. La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes, provocando enfermedades en las encías y pudiendo ocasionar la pérdida de los dientes a largo plazo.
Todo esto unido a una adecuada higiene bucodental.
En próximos post os contaremos que hacer para todo lo contrario, alimentos que blanquean nuestros dientes.